Para la distribución del programa se propone la creación de bolsas de uso, que recogen las diferentes necesidades distribuidas estratégicamente por todo el ámbito. Respetando la posición actual de todo el arbolado y la mayoría de las zonas ajardinadas, se busca el espacio para ubicar todos los usos en función de sus necesidades.

La formalización de esta idea se centra en los perímetros de estas bolsas de uso, que quedan conectados entre sí y terminan enlazando todo el ámbito de este a oeste, adquiriendo diferentes funciones según necesidades: superficies ajardinadas, cambios de pavimento, zonas de estancia y cierres.

Como lenguaje se propone conservar la curva en las superficies ajardinadas, más asociadas al jardín original, e incorporar la línea recta a los nuevos perímetros y cambios de pavimento, tendiendo a un detalle constructivo que contraste con las primeras. Esta decisión permitirá integrar la geometría del área actual de recreo para perros en el nuevo diseño.