El gran volumen del pabellón deportivo se sitúa en la parte más alejada del acceso como fondo de la futura zona deportiva. El resto de volúmenes, de menor dimensión, se sitúan frente a éste, permitiendo liberar la superficie cercana al acceso para situar el aparcamiento.

Los espacios exteriores resultantes entre los distintos volúmenes edificados se proponen como zonas ajardinadas de estancia, que se relacionen con las funciones interiores y que incluso permitan el desarrollo de actividades deportivas en el exterior. Todos los volúmenes que configuran la nueva zona deportiva compartirán el propio lenguaje compositivo de las fachadas.