La parte norte se concibe como espacio de uso exclusivo para peatones y se incorpora una línea de arbolado en alcorques de dimensiones generosas con arbustiva. Por el contrario, en el lado sur se propone una franja destinada a la circulación de bicicletas en el sentido opuesto al del carril central, para garantizar la seguridad tanto de los ciclistas como de los peatones.

Así como en sección transversal se propone una segregación de usos indicativa a través de los colores y formatos del pavimento, en sentido longitudinal los pavimentos se utilizarán para remarcar el gradiente de prioridades en el eje de la calle, desde una prioridad de circulación rodada en los extremos a una prioridad total de peatones en la zona central.